MAGDALENAS ABIZCOCHADAS
Estas magdalenas abizcochadas son muy típicas por esta zona, no sé si son tan conocidas en el resto de España, pero aquí nos gustan mucho por su textura, son mucho más ligeras que las magdalenas clásicas y están riquísimas. Llevaba muchísimo tiempo detrás de esta receta, pero la original de mi madre se ha perdido, una pena, la verdad. Hasta que hace poco estuve pasando unos días con mi prima Milagritos y me dio su receta, la que ellos llevan haciendo toda la vida en el pueblo. Así que aquí va otra receta centenaria, os recomiendo encarecidamente que la hagáis, no os decepcionará.
INGREDIENTES: (36 magdalenas)
– 7 huevos grandes
– 275 g de harina
– 250 g de azúcar
– 125 g de aceite de girasol
– ralladura de un limón (sólo la parte amarilla)
– 1 sobre y medio de gaseosa (1 y ½ del azul y 1 y ½ del blanco)
– azúcar glass para cubrir
ELABORACIÓN:
Montamos las claras a punto de nieve, cuando empiezan a montar vamos echando el azúcar poco a poco hasta acabarla. Aparte batimos las yemas con las varillas hasta que blanquean y duplican su volumen, añadimos el aceite de una sola vez y batimos unos segundos, lo justo para que se integren. En otro bol mezclamos las gaseosas, mezclamos bien y añadimos la harina y la ralladura de limón. Mezclamos las claras y las yemas con muchísimo cuidado de que no bajen las claras: ya sabéis, haciendo movimientos envolventes con la espátula y girando el bol un tercio de vuelta cada vez. Cuando ya está todo integrado vamos añadiendo la harina poco a poco y de la misma manera.
Vertemos la masa en las cápsulas (yo casi las llené y subieron muchísimo) espolvoreamos con azúcar glass y horneamos a 180º con aire y calor arriba y abajo y me tardaron unos 11 minutos, hasta que las veáis doradas.
Ya veréis qué delicia acompañadas con un buen café con leche, lo mejor para combatir el frío.










































