Muffins de Café Irlandés con Buttercream de Chocolate y Café
INGREDIENTES (Para 15 Unidades, Moldes Talla M)
Para la masa:
- 300 g de harina de repostería
- 100 g de mantequilla sin sal, ablandada a temperatura ambiente
- 80 g de azúcar
- 1 huevo grande
- 100 g de café fuerte
- 8 – 10 bolas de pimienta de jamaica, bien machacadas (o 1 cucharadita de esencia de almendras, o de la que prefieras)
- 60 g de whisky irlandés
- 1 juego de sodas para repostería (El Tigre, El Vesubio, …), o medio sobre le Levadura Royal
- 250 ml de Nata líquida para montar (mínimo 35% materia grasa)
Los moldes que he utilizado, ya sabéis de dónde son, verdad?, jajaja… sí, de la tienda que nos tiene loquitas. De Mandisign.
Para el Buttercream:
- 90 g de chocolate negro (usé Nestlé Postres, sirven marcas blancas, por supuesto)
- 140 g de azúcar glass
- 30 g de café fuerte
- 130 g de mantequilla ablandada a temperatura ambiente
- 40 g de whisky
- almendra fileteada, para la decoración final (opcional)
PREPARACIÓN
- Con varillas eléctricas, comencé batiendo bien la mntequilla con el azúcar, hasta obtener una mezcla cremosa. Sin dejar de batir añadí el huevo y, cuando éste quedó bien integrado, incorporé la nata, el café, la pimienta machacada y el whisky. Batí hasta que la crema llegó a montar, pero un poco nada más.
- Por otro lado, ya tenía mezclada la harina con la soda de repostería en un cuenco amplio. A este recipiente, fui incorporando la crema ( ya sin varillas eléctricas). Para ello podemos ayudarnos de una lengua o una espátula de silicona, de unas varillas manuales, o lo que nos resulte más cómodo. Aunque generalmente las masas de los muffins no se remueven mucho, en este caso si trataremos de que quede más o menos integrada.
- Observaremos que, el resultado es una masa espesa, más que la de los muffins habituales y que la de las magdalenas españolas. El olor ya es fantástico, huele delicioso y dan ganas de comerse la masa a cucharadas!. Si probamos un poco, comprobaremos que sabe exactamente igual que un café irlandés. Pero no os entretengáis mucho, que esta masa no se hace esperar. Buscamos (así lo decidí, aunque no aparece en las fotos, mecachís!!!) que tengan un copete alto, para no cargar mucho de buttercream y, así, no incrementar demasiado el contenido calórico, que ya de por sí, es bastante alto.
- Ponemos el horno a precalentar a 200ºC, con aire, arriba y abajo. Mientras tanto, llenamos los moldes, sólamente a 2/3 de su capacidad. Subirán bastante (por la cantidad de levadura) con esa proporción de masa.
- Con el horno caliente, introducimos los moldes a media altura y esperamos a que suba el copete. Una vez que ésto ocurra, bajamos la temperatura a 180º C, quitamos la ventilación del horno y esperamos unos 15 minutos, aproximadamente. Sácalos antes, si ves que se doran demasiado. Déjalos enfriar antes de ponerles el buttercream.
- Para hacer el buttercream, batimos con varillas eléctricas en un bol la mantequilla ablandada, hasta que forme una mezcla muy cremosa.
- Le agregamos el azúcar glass y batimos a alta velocidad el tiempo suficiente como para obtener una crema blanca y ligera.
- Por otra parte, tendremos el chocolate fundido (al baño maría o microondas), al que habremos añadido el café y el whisky, mezclando bien y dejando reposar un ratito para que pierda algo de temperatura.
- Agregamos el chocolate a la crema de azúcar y mantequilla, batiendo a alta velocidad, hasta lograr una crema brillante.
- Con esta crema, en pistola de repostería o en manga pastelera, decoraremos los muffins a nuestro antojo.
Aunque éste ha sido otro de mis «experimentos», el resultado fue buenísimo. Tanto, que no me dio ni tiempo a observar los días de conservación. Solo estuvieron presentes poco más de 24 horas y eso que tuve que estar dando manotazos frecuentemente….