Mousse de Plátano con Gelatina de Naranja y Crujiente de Galleta
Esta mousse para mí tiene un valor muy especial… porque representa un pequeño Viaje a la Infancia… ¿No hay olores o sabores que os recuerdan a otros tiempos?. Pues seguramente, a más de uno de vosotros os suceda lo mismo con esta mousse. ¿Recordáis aquella papilla que nos daban de niños, a base de galletas, plátano y naranja?. Bien, mi intención ha sido recrearla en esta versión para adultos y puedo decir que lo he conseguido. He logrado traer el sabor de la niñez, un poquito.
Los que ya la han probado cuentan maravillas. Ahora quisiera que fuéseis vosotros quienes compartiérais conmigo esta receta…
INGREDIENTES PARA 6 – 8 PERSONAS
Para la gelatina de naranja:
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1 vaso (250 ml) de zumo de naranja natural
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2 hojas de gelatina neutra (o el número de hojas que indique el fabricante en el paquete)
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1 gotita de colorante alimentario rojo líquido, si queremos reforzar el color naranja
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1 cucharada de azúcar (o la cantidad necesaria para endulzar el zumo, en función del dulzor de las naranjas utilizadas)
Para la mousse de plátano:
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400 g de plátanos maduros pelados, troceados y libres de sus filamentos (en nuestro caso, 3 plátanos)
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el zumo de 1 limón
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100 g de azúcar
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500 ml de nata para montar, 35% de materia grasa
Para los crujientes de galletas:
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10 – 15 galletas María
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1 cucharada sopera colmada de azúcar
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1/2 cucharadita de canela
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2 – 3 cucharadas soperas de mantequilla a temperatura ambiente
PREPARACIÓN
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Comenzamos preparando la gelatina de naranja, siguiendo las instrucciones del paquete de las hojas de gelatina. Partimos del vaso de zumo de naranja, al que habremos añadido azúcar a nuestro gusto y una gotita de colorante rojo, si lo deseamos. Agregaremos las hojas de gelatina (previamente remojadas) en el zumo caliente, las disolveremos y ya podremos repartir la gelatina, directamente sobre las copas en las que serviremos la mousse. Introducimos en el frigorífico y dejaremos allí varias horas, hasta que la gelatina cuaje.
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Mientras cuaja la gelatina, podemos ir elaborando la mousse de plátano, ya que también le conviene reposar un tiempo en la nevera antes de consumir, para «asentarse». Ponemos en el vaso de la batidora los plátanos troceados, el zumo de limón y el azúcar y batimos muy bien, hasta obtener una finísima crema.
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Por otro lado, montamos la nata con las varillas. A la nata montada vamos agregando, poco a poco, pequeñas cantidades de la crema de plátano, mientras la vamos integrando con una varilla manual de forma envolvente (como siempre), procurando que no pierda aireación. Así, hasta acabar con toda la crema. Al terminar, refrigerar.
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Para el crujiente de galleta, precalentaremos el horno a 200ºC. Trituramos las galletas hasta pulverizarlas prácticamente y ponemos ese polvo en un cuenco, junto con el azúcar y la canela; con las manos, vamos introduciendole la mantequilla. Veremos que se forman como unos grumos o «pegotes«: eso es lo que buscamos.
Vamos depositando esos grumos de mantequilla y galleta en una bandeja de horno con papel extendido previamente, de modo que al final, tendremos varios montoncitos de polvo de galleta con mantequilla distribuidos de forma muy irregular. Los horneamos hasta que se tuesten un poquito y los reservamos para el final. -
Una vez que ha cuajado la gelatina y la mousse ha reposado (lo ideal sería al día siguiente), solo nos queda montar las copas, distribuyendo la mousse sobre la gelatina con un cucharón de servir, por ejemplo (no precisa manga pastelera). Por encima, repartimos los crujientes a nuestro antojo.
Como decoración adicional, nosotros hemos puesto algunas physalis, que armonizan con este postre, tanto en color como en sabor.
Se podría recurrir también a otras frutas, como unos trocitos de naranja confitada, por ejemplo. O, simplemente con los crujientes de galleta y nada más.