Roscón de Reyes, de naranja, relleno de trufa.
Estos días los roscones son la receta estrella en la mayoría de los blogs así que nosotros no queríamos ser menos. La peculiaridad que tiene éste es que es la receta que hacía mi madre hace ya más de cincuenta años, cuando aún no conocía el agua de azahar. Es un roscón sencillísimo e infalible, elaborado de la manera tradicional, dándole la forma de roscón a mano y no poniendo un molde redondo en el centro (que no me gusta nada) y que alcanza la altura ideal, vamos, un roscón de los de toda la vida. Muy a pesar de la opinión de mi marido, que es muy tradicional y dice que los roscones no se rellenan, he pensado que como este roscón es de naranja estaría de muerte relleno de chocolate negro, así que lo he rellenado de trufa.
INGREDIENTES: (A mi me han salido dos, uno grande y otro más pequeño)
100 g de levadura prensada de panadería
1 taza de azúcar
1 taza de aceite de girasol
1 taza de zumo de naranja
ralladura de una naranja
3 huevos
1 kilo de harina aproximadamente, tienen que quedar blandos
frutas confitadas
1 huevo batido para pincelar
azúcar para espolvorear
PREPARACIÓN:
Calentamos en el microondas el zumo de naranja para disolver en ella la levadura (no muy caliente porque mataría la levadura) Una vez disuelta lo pasamos a un bol grande y agregamos todos los ingredientes, formamos una bola y tapamos con un paño limpio.
Dejamos levar en un lugar caliente de la cocina durante una hora, hasta que duplique su volumen. Nos untamos las manos con aceite de oliva y formamos los roscones sobre papel vegetal, volvemos a tapar y dejamos reposar otra hora aproximadamente.
Pintamos con huevo y decoramos con las frutas escarchadas y el azúcar; horneamos en horno precalentado a 180º hasta que estén dorados. Pintamos de nuevo con azúcar disuelto en agua.
Y aquí tenemos el resultado final.