Pudin de plátano de María Lamarca
Incluso de las peores cosas de la vida, como ha sido en mi caso el perder a mi hija Mayte –como ya sabéis creadora de este espacio- resultan cosas bonitas que te hacen más llevadero el día a día. Para superar esta pérdida, la familia estamos acudiendo a Thalita, una asociación que ayuda a las personas que están atravesando un duelo como el mío. Allí he conocido a muchísima gente maravillosa, entre ellas a Meme, una chica encantadora con la que ha surgido una relación de amistad que espero dure toda la vida. Como os podéis imaginar, Meme también ha perdido a su hija María, y aunque cada día de nuestras vidas es un perpetuo y constante homenaje a nuestras adoradas hijas, desde aquí queremos hacerle un huequito en nuestra casa, porque en nuestro corazón ya lo tienen tanto María como Meme y Santi (hijo y hermano) Os queremos mucho familia, esperamos que os guste este pequeño homenaje al cielo.
Este pudin era el preferido de María, pese a que no era ella muy de dulce, y no nos extraña porque en casa nos ha encantado ¡¡¡desapareció enseguida!!!!
INGREDIENTES
– 150 g de pan duro (del día anterior)
– dos plátanos grandes
– zumo de medio limón
– 170 g de azúcar
– 4 huevos grandes
– ½ vaina de vainilla de Especias del mundo, Xóchitl,
– un puñado de nueces peladas troceadas
– leche (cantidad suficiente para empapar el pan)
– caramelo líquido (yo lo hice casero)
PREPARACIÓN:
- Hacemos el caramelo (si queréis podéis usar caramelo líquido) y cubrimos el fondo del molde.
- Cortamos el pan en rebanadas y cubrimos con la leche, dejamos que empapen y colamos y tiramos la leche.
- Cortamos el plátano en rodajas y lo rociamos con el zumo de limón para evitar que ennegrezca.
- Pasamos el pan escurrido a un bol y añadimos el azúcar, removiendo bien hasta que esté bien mezclado. Abrimos la vaina de vainilla a lo largo, raspando la mitad y lo añadimos. Guardamos el resto de la vaina en el tubo, que además de ser una bonita presentación es ideal para la óptima conservación del producto. Añadimos las nueces y finalmente los huevos, uno a uno, hasta terminar.
- Lo pasamos al molde y horneamos al baño maría durante unos 25 minutos a 200º. Os aclaro que yo usé un molde de plum cake no muy grande (26×10 cm) y me sobró un poquito, con lo que hice otra flanera mediana, así que si tenéis un molde más grande lo podéis utilizar, aunque os tardará un poco más. Para comprobar si está hecho pinchamos, como siempre, con una aguja, y cuando ésta salga limpia es que ya está listo.
- Es recomendable desmoldar cualquier pudding en frío, ya que en caliente tiene poca consistencia y se nos rompería; pero, si hemos utilizado caramelo casero hemos de tener la precaución de calentar un poco la base para despegarlo (bien al fuego o bien sumergiendo el molde en agua bien caliente) Si habéis usado caramelo líquido comprado no es necesario hacer este paso, puesto que no cristaliza.