Pan de cerveza negra y avena
Hoy vengo con un delicioso Pan de Cerveza Negra y Avena, del maestro panadero Xavier Barriga, que espero que os guste tanto como a mí y a los que lo comieron.
También os traigo un montón de disculpas, por no actualizar desde hace tiempo y por no pasar por las cocinas que tanto me gustan, a dejar un comentario, a leer vuestras recetas…
Hace unos meses, un sábado por la mañana, bajamos las escaleras que conducen a la calle, de nuestra (¿nuestra?) preciosa casita. No sin antes despedirme de mis (¿mis?) perretes, con la frase de siempre, «Luego vengo, chicos». Sin saber, ni ellos ni yo, que en esta ocasión no podría cumplir mi palabra…
Una vez abajo, mientras él abría el coche, como siempre, yo miraba la galería naranja y gris, la fachada naranja con los bordes empedrados. Cómo me gustaba aquella casa… Nadie me dijo que no volvería allí más. A la antigua sede de El Horno de María.
Durante el camino, hablamos de las cosas que teníamos que hacer mañana domingo. Aquel mañana quedó vacío, muerto. Mientras eso se gestaba, el coche olía muy bien: a Él.
Nunca antes había pensado en serio en aquella palabra que se me hizo tan extraña cuando cobró forma: SEPARACIÓN.
Y ese es el motivo por el cual no he tenido fuerzas para aparcar mi corazón en una cuneta y hacerle funcionar a la maquinaria de este Horno… Ojalá amanezca pronto.
Muchas gracias a todas las personas que, a pesar de todo, seguís viniendo por aquí.
Pronto todo volverá a su lugar…
INGREDIENTES (para 2 hogazas)
- Para la masa base
- 500 g de harina panadera
- 10 g de sal
- 350 ml de cerveza negra
- 65 g de copos de avena fueron los que yo puse, se recomiendan 125 g
- 5 g de levadura fresca
- opcionalmente, 150g de masa madre (ésta vez, no se la añadí)
- Para el baño de cerveza
- 150 g de harina de centeno integral
- 150 g de cerveza negra
- 5 g de levadura fresca
PREPARACIÓN
- Si tienes este libro de X. Barriga, puedes intentar el mezclado y amasado con su técnica. O bien, adáptalo a tu robot de cocina o amasadora, procurando no calentar la masa. O bien, mezcla el harina con los copos de avena, la levadura fresca (disuelta en un poco de agua tibia, a temperatura que no supere los 40ºC) y la sal, procurando que estas dos últimas no entren en contacto. Añade la cerveza poco a poco, apretando con las manos hasta acabar con toda.
- Deja que la masa repose tapada, al menos 1 hora.
- Pasado este tiempo, haz un pliegue a la masa y deja que repose otros 45 minutos.
- Dicide la masa en dos partes aproximadamente iguales, que en mi caso sobrepasaron los 400g. Redondea cada fragmento, pero sin manipulación excesiva. Enharina muy bien tu tela de lino y coloca sobre ella ambas bolas, bastante separadas.
- Prepara el baño de cerveza mezclando cerveza + levadura + harina de centeno. Remueve muy bien. Observarás que no se trata de un baño líquido (eso pensé yo en un primer momento), sino de un engrudo que tendrás que depositar con ayuda de una cuchara por encima de los panes.
- Deja fermentar 2 horas, o hasta que veas que han doblado casi su volumen. En mi caso, fue 1 hora y media.
- El autor recomienda utilizar una piedra para horno. Yo esta vez no pude usar la mía, una pena. Pero la próxima seguro que sí.
- Calienta el horno a 250ºC, con aire, calor arriba y abajo y deposita los panes en una bandeja forrada con lo que suelas emplear.
- Espolvorea harina sobre los panes (se me fue la mano) e introdúcelos en el horno a media altura.
- Baja la temperatura a unos 185ºC y mantén así unos 50 minutos, o bien hasta que al golpear en el culo, el sonido sea hueco y la corteza haya quedado dorada.
- Sácalos entonces del horno y deja que enfríen sobre una rejilla.
El contraste de la gruesa corteza crujiente con la miga esponjosa del interior hacen que este pan sea muy especial. En casa gustó muchísimo y no dejaron que durara ni dos días. El autor recomienda comerlo con patés o embutidos rojos de primera calidad.