Familia Hortelano-García In memoriam et ad honorem Mayte Hortelano
Este blog ha sido galardonado en los Premios 20Blogs 2010:
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May 26 2010

Pan Integral de Centeno y Trigo con Sésamo Negro

Hoy os traemos este Pan de Centeno y Trigo con Sésamo Negro, que hemos considerado un éxito por varios motivos. Para empezar, por su sabor, el sabor característico del centeno que, en este pan, interviene al 50% junto con la harina de trigo. Según la Reglamentación Técnico-Sanitaria española, para que éste fuera considerado un pan de centeno, habría de contener, al menos un 51% de harina de dicho cereal. Casi, casi, pues hemos dicho que contiene el 50%. Pero a efectos organolépticos, puedo decir que este pan sabía a centeno y se diferenciaba bastante de otros panes que hemos elaborado con otras harinas. En el sabor, también se distingue un fondo dulce, poco apreciable pero muy agradable, que achaco a la cucharada de miel que veréis entre los ingredientes. Y el sésamo negro, claro está, no es sólo un elemento decorativo, por supuesto, sino que durante el horneado se tostaron, aportando a la masa su característico sabor a tostado. Hubo quién me dijo «Qué rico está este pan, además, ¡sabe a pipas!»… Fue entonces cuando pensé que no debí haberle puesto las semillas, para no alterar la esencia del pan en sí y haber podido apreciar sus cualidades sin más florituras. Pero quienes lo comieron, disfrutaron tanto, que quedé muy satisfecha.

 

Uno de los aspectos que más nos ha sorprendido ha sido su increíble capacidad de conservación, sin que se alteren negativamente sus propiedades organolépticas. Al contrario. El primer día, la miga es más bien húmeda y el sabor se intuye, pero está aún por definir. Al segundo día, observamos como si los alveolos se hubieran abierto de pronto, liberando humedad y dejando paso al oxígeno. El pan se ha secado un poco. Pero en su interior algo ha ocurrido, algúna reacción enzimática, que el sabor ya no es el de ayer. Y conforme pasan los días, se transforma, pero a una menor velocidad.

Siete días después de haber horneado este pan, estaba delicioso. Ni un síntoma de envejecimiento. Personalmente, me sorprende y mucho.

Las fotografías están tomadas el primer día, cuando la miga estaba algo más húmeda y más cerrada. Para la próxima vez, me lo anoto: esperar al segundo día.

 

El color de los panes de centeno, más oscuros que los de trigo. A mí me resulta más agradable a la vista, será por la variedad. O quizá es un efecto placebo, que me induce a pensar «esto es más pan», tal vez, cansada ya de los pseudo-panes blancuchos e incomibles que compramos a toda prisa, y que hace una eternidad que ni siquiera compro ni como. Pero eso ya, para mí, esta quedando atrás. Ya solo como el pan que yo misma amaso con mis manos. Ni máquinas ni nada de nada. Y es qué… ¿qué tendrá el pan, que enamora?.

Seguimos con mi pan, el de centeno… conseguí una textura en la miga que me encantó, justo lo que buscaba!. Alveolos grandes y pequeños, distribuidos de forma irregular, como si fuese obra del azar. Y la gelatinización alveolar, por fin. no sé si llega a apreciarse algo en las fotografías. NOTA: En las fotografías, se aprecian tanto rebanadas cortadas con cuchillo de pan, como segmentos de la hogaza separados con las manos, sin ayuda de ningún otro instrumento. Considero que el aspecto de la miga es importante tanto en el corte como en… ¿cómo llamarlo?… separación manual. Ya lo véis claramente en la foto anterior.

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Yo, nieta de panadera. Ella, María. Toda su experiencia y conocimientos estaban en su memoria, automatizados. Las masas y Ella, hablaban y se entendían en una armonía perfecta. La masa pedía, María le daba. Nosotros, solo parte del atrezzo, atónitos observadores de aquella conversación muda, de esa danza preciosa de María con sus masas.

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Una pena, que de aquellos secretos panaderos no haya llegado ni una sola notita… solo nos quedan los recuerdos y, de ahí, vamos uniéndolos y atando cabos. Pero no es suficiente. Así que, desde que descubrí a Iban, se me abrió una gran puerta hacia los misterios del pan. Gracias a los recursos que nos brinda, he logrado elaborar mi primera Masa Madre, de centeno. Lo explica fenomenal, aquí. También lanzó hace muy poco El foro del pan, con una extraordinaria aceptación. Y La Memoria del Pan, como él mismo dice, «un rincón donde quepa la gente que lo cuida y lo ama, recetas y curiosidades sobre su elaboración e ingredientes, así como vivencias relativas al pan en toda su extensión».

Y en todo esto y en mi intuición, me voy apoyando para conseguir este reto personal. Aprender más y más sobre el pan. Todavía me queda mucho camino. Pero cada logro, como este pan que os traigo hoy, es una experiencia formidable.

Todavía me queda algo más que contaros antes de empezar con la receta!. Ahora estamos trabajando con otras harinas y estamos más que satisfechos, nos han dado unos resultados buenísimos. Son concretamente las de El Amasadero, si váis al enlace veréis que tienen muchas cosas para panadería. En cuanto al servicio y entrega, fenomenal, son gente muy agradable y, en nuestra experiencia, las entregas muy rápidas y ningún problema. Recomendados!!!.

 

 

 

Vamos con la receta!!

Pan de Centeno y Trigo con Sésamo Negro

Es importante que distingáis (si no lo sabéis ya) lo que es una Masa Madre (MM) de lo que no lo es. Os será muy útil consultar los enlaces que os he dejado arriba, de Ibán. Una MM no lleva levaduras, ni químicas, ni biolóquicas, ni nada. Sólo harina (del cereal que sea) y agua. Su elaboración requiere de tiempo (algunos días), temperaturas concretas, paciencia, cariño, ilusión y un proceso concreto. ¿Porqué hacer panes con MM?. Sencillamente, son otro mundo, nada que ver. Aportan al pan un millón de características que no lograríamos de otra manera.

Por ahí encontraréis que llaman MM a una mezcla de harina + agua + pizca de levadura. Bien, eso NO es MM. Son Prefermentos. Hay un montón de tipos de prefermentos, que también aportan buenas propiedades al pan y suponen un «atajo», para no tener que pasar por todo el proceso de elaboración de la auténtica MM. Pero que quede claro: si llevan levadura, no son Masas Madre. Creo que hay que llamar a cada cosa por su nombre, no?.

Bien, este pan, esta elaborado a partir de un Prefermento de Centeno 100%, el elemento protagonista de esta receta.

 

INGREDIENTES

Para el Prefermento:

  • 200 g de Harina Integral de Centeno (El Amasadero)
  • 220 g de agua mineral, templada
  • 4 g de Levadura Seca de Panadero (El Amasadero)

Para el resto de la masa:

  • 300 g de Harina de Fuerza (El Amasadero)
  • 100 g Harina Integral de Centeno (El Amasadero)
  • 100 g Harina Integral de Trigo (El Amasadero)
  • 4 g de Levadura Seca de Panadero (El Amasadero)
  • 15 g de Sal
  • 1 cucharada de miel
  • 20 g de Sésamo negro (reservando un poco para esparcir por encima)

 

PREPARACIÓN

  1. Por la noche, preparé el prefermento, mezclando la levadura seca de panadero junto con la harina integral de centeno, a la que añadí el agua tibia y fui mezclando hasta obtener una pasta cremosa. Para mezclar, usar espátula o las mismas manos, nuestro mejor instrumento. El prefermento, lo cubrí con un paño limpio y lo dejé levar toda la noche (en mi caso, «toda la noche» es el equivalente a unas 6 o 7 horas, no más…).
  2. Por la mañana temprano, ya me dispuse a elaborar mi pan, mezclando la harina de fuerza, con la de trigo, la de centeno, la sal y la levadura. Todo eso, en un cuenco grande, claro, pues después hay que incorporar también el prefermento y el agua. Ah!, y la miel. El agua, ojo. Vamos añadiéndola poco a poco, mientras trabajamos la masa con las manos, es decir, apretándola, tratando de integrar sólidos y líquidos. No nos preocupemos de si se pega o no. Al principio, queda algo pegajosa. tras unos minutos de reposo, la harina ha absorbido toda el agua y estará lista para ser sometida a las manipulaciones oportunas.
  3. Ahora sí hay que amasar. Sin miedo. Consultad los links que os dejé más arriba. A mi me gusta mucho plegar la masa un par de veces (o más…) buscando una alveolización muy irregular… Después de las manipulaciones, una vez obtenida una bola firme, hay que dejar a la masa descansar. Yo la dejé fermentar sobre un Banetón de pulpa de madera redondo, de 0,5 kg de capacidad (sí, se me quedó corto, la verdad…). Tapé con trapo limpio, al resguardo de corrientes de aire y dejé doblar su volumen.
  4. Pasado ese tiempo y, viendo que la masa era ya muy poco trabajable (tenía forma esférica y no permitía más manipulación), directamente, la volqué sobre tela para hornear, dispuesta sobre una bandeja de horno; le practiqué los cortes oportunos y espolvoreé con sésamo y harina (demasiada harina). Por cierto, tal cual le practiqué los cortes (eran profundos), éstos tendieron a cerrarse durante el horneado. Aclaración: no se expandió la masa como si fuera una torta por exceso de fermentación, no. Simplemente, algunas hendiduras adquirieron relieve, cerrando los cortes.
  5. El resto del tiempo, anduve jugando con diferentes temperaturas 200 – 220ºC y alturas de horneado, al tiempo que aporreaba el culo de mi pan, cual tamborilero enloquecido, para comprobar si sonaba a hueco o no, en verificación de su cocción completa. Así, al menos, durante unos 40 – 50 minutos.
  6. Finalmente, retiré el recipiente de agua, abrí la puerta del horno de par en par, y cambié el modo de horneado al convencional, es decir, arriba y abajo, sin aire. Efectivamente, le faltaba aquel punto de dorado y secado que jamás habría conseguido con aire y vapor.
  7. Después de 10 – 15 minutos así, ya tenía una corteza aceptable, sonido hueco y ganas de quemarse. Así que, fuera del horno y a la rejilla para enfriar y ventilar bien ese «culo», que no quede húmedo, ni afecte a la miga, después de todo lo que hemos pasado juntos…

 Después de todo ésto, te habrán quedado mil dudas… adelante, pregunta. Si puedo, te responderé. Si no, seguro que Ibán puede ayudarte.

 

7 Comentarios to “Pan Integral de Centeno y Trigo con Sésamo Negro”

  1. Mari Carmen dice:

    Bueno Mayte,has conseguido emocionarme otra vez pero con unas lagrimas a moco tendido jajjajaja,escribo y m limpio la cara,que orgullosa estara mama de ti jajjajaja bueno ,tu abuela.aaaaa el pan delicioso como tu besos

  2. Mayte Hortelano dice:

    Mami!!!, jajaja…que bonica… Gracias. Y vaya lío de mama, mamá y… jó, qué suerte tengo!!, un montón de madres para mí sola!!!, jajajaja… Limpiate los mocos, gorrineta… Un besico.

  3. Lola dice:

    Hola! yo tampoco te conocia! me ha encantado tu espacio, me gusta mucho hacer panes y con esta entrada me has cautivado. me quedo contigo! 🙂

  4. Unodedos dice:

    Una receta muy buena, el pan te ha quedado estupendo!
    Yo también uso harinas del Amasadero, son geniales!
    Bicos!

  5. Mayte Hortelano dice:

    Gracias!!. Estas Harinas, si, geniales de verdad!!. Y Guybrush Treepwood… jaaaaaaaajajajajaja… qué cosas… Muchísimas gracias por seguirme!. Desde luego, menudo piropazo, de alguien que hace esos panes increíbles…

    Ahora tenía yo a mi MM100%centeno esperando a hacer algo bonito, pero el sorteo no me dejará y tendré que castigarla otra vez, cachis!!.
    Con lo guapa que es… ains…

    Besos!.

  6. Ridente dice:

    Hacer pan es una de mis asignaturas pendientes.

    El pan de centeno es uno de mis favoritos, así que no me queda más remedio que introducir las manos en la masa, para adquirir el conocimiento necesario.

    Bicos desde A Coruña.

  7. Mayte Hortelano dice:

    Bienvenido a mi cocina Ridente!. El mundo del pan es maravilloso!!. Y el de centeno, buff!, qué te voy a contar. Cuando empiezas es una locura, pero engancha y mucho.

    Un abrazote!!.

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